Educación
Azteca
Oc ye nechca, -como se diría
hoy en día- “Érase una vez…”, caminando por las orillas del lago de Texcoco,
Tenoch, el líder de una tribu, encontró la señal que les había dado su dios
Huitzilopochtli: “…en el lugar donde encontraran un águila posada sobre un
nopal y devorando una serpiente, debía ser donde se establecieran”. Así fue
como en un islote en el año 1325 d.C., se fundó la ciudad que sería llamada “La
Gran Tenochtitlan”, también conocida por sus habitantes como Cem-Anáhuac “El
corazón del único mundo”, así es como se conoce la leyenda de la fundación de
Tenochtitlan
La educación en los Aztecas
tenía como propósito fundamental, formar la personalidad del individuo, lo cual
se expresaba en lengua náhuatl como "in ixtli, in yollotl",
"alcanzar el rostro y el corazón". Si bien les enseñaban un oficio,
también les infundían el amor por él. En toda actividad se les inculcaba un
gran sentido de la familia y del grupo humano.
La característica
fundamental en la educación de los Aztecas fue que era activa e integral.
Los dos principios
fundamentales que guiaron la educación en los Aztecas, desde el hogar hasta la
escuela eran: el del autocontrol por medio de una serie de privaciones a que
debía acostumbrarse el niño y el conocimiento de sí mismo y de lo que debe
llegar a ser, inculcado a base de repetidas exhortaciones paternas y de los
maestros. Una segunda etapa en el proceso de educación se abría con la entrada
del niño a los centros educativos. La educación especializada más importante se
llevaba a cabo en el Tepochcalli (si se quería ser guerrero) o en el Calmecac
si iban a dedicarse a las ciencias.
Fundamentos:
Un aspecto fundamental en la
educación de los Aztecas era que todo el aprendizaje tenía una finalidad o
razón de ser más trascendente que lo terrenal. El aprendizaje emergía de las
creencias de procurar su salvación, o enfrentar con tolerancia su vida cotidiana
o que el futuro no los sorprendiera con desgracias. El pensamiento
Mágico-religioso estaba presente en todas sus actividades políticas, sociales,
morales, religiosas y en su vida cotidiana. La fe estaba cargada de fuerza de
voluntad para alcanzar lo que se pretendía. La fe fue una de las grandes
fuerzas que tuvieron los Aztecas para expresar en la fantasía sus anhelos de
amor o destrucción, de ubicarse en el cosmos, y su esmero por trascender a la
muerte. En pocas palabras, la razón de ser del aprendizaje tenía su esencia en
algo más profundo y significativo que lo material y esto es lo que se
transmitía a los alumnos.
Bajo este concepto, los
padres y maestros Aztecas partían de la base, de que para formar la
personalidad, era fundamental que el alumno tuviera seguridad y certidumbre. Por
ello, a través del cariño y la protección obtenían que el niño adquiriera
seguridad. Y por medio del pensamiento claro de sus padres y maestros, de ideas
precisas y de comprobar que cuando las ponía en práctica eran verdaderas y
funcionaban, los niños adquirían la certidumbre. Para lograr lo anterior,
sabían que el primer requisito era enseñar conceptos precisos y claros.
Por otro lado sabían que si primero no sembraban en los hijos y alumnos la seguridad del afecto, los padres y maestros no serían escuchados, ni atendidos cuando emplearan la palabra para educarlos. El cariño con el que la mayoría de los padres y maestros daban sus consejos, era garantía para ser obedecidos.
Otro aspecto indispensable
que los Aztecas tenían claro, para garantizar el éxito era: la congruencia. Los
padres y maestros tenían muy claro que debían ser modelos del alumno, para que
este aprendiera a través de la imitación. Para estimular el deseo de imitación,
los padres y maestros hacían las tareas o quehaceres con gusto para que los
alumnos experimentaran cierto goce en ellos.
Otra característica
importante de su método educativo era que los padres y maestros tenían la
paciencia para dejar al aprendiz recorrer todo el camino para su entendimiento.
Proceso y metodologías
didácticas:
El método de enseñanza de
los Aztecas se basaba en el consejo, en el convencimiento y la persuasión.
El aprendizaje daba inicio
por la vía del consejo del padre o maestro (Técnica expositiva) el cual era altamente
efectivo ya que los Aztecas consideraban que si la expresión física, la palabra
y el pensamiento no tenían congruencia, entonces no se hablaba con la verdad.
Por tal motivo, cuidaban en forma exagerada las palabras, la pronunciación, la
prosodia, la emoción correcta en cada palabra, la suavidad o fuerza necesaria
según fuera el significado y el caso. También se cuidaban mucho los mensajes no
verbales. Por último, y no menos importante, les ayudaba mucho en esta técnica
didáctica que la misma lengua era musical.
Todo el conocimiento de los
Aztecas se encuentra en los códices. Los códices son manuscritos pictóricos,
dibujados en tiras de piel de venado o sobre la corteza del árbol ámatl. En los
códices todo el conocimiento es representado por medio de imágenes, símbolos y
jeroglíficos.
Viendo las imágenes y oyendo
a los maestros, los educandos Aztecas recogían audio-visualmente el contenido
cultural, religioso, científico y literario que debían aprender. Otro método
muy utilizado por los Aztecas era el canto y la música. Se reforzaba y
profundizaba cada concepto aprendido por medio de versos y cantos.
A través de Códices, versos
y cantos se les comunicaba a los alumnos el pensamiento filosófico, la
historia, los sistemas cronológico-astronómicos, cálculos matemáticos, etc.
Los métodos citados en
párrafos anteriores eran esencialmente mnemotécnico: el mensaje se repetía una
y otra vez para reforzarlo y quedara mejor registrado en la memoria.
Las escuelas, en el tiempo
de los Aztecas no eran recintos cerrados, sino que muchas de las actividades se
desarrollaban al aire libre, conforme al siguiente método didáctico:
Observación, experimentación, descubrimiento y creación.
Tomando como base los
conceptos aprendidos con los métodos didácticos citados en los párrafos
anteriores , al niño y al Joven se les enseñaba a observar y de esta manera
llegar a conocer su medio ambiente; se le enseñaba asimismo, para experimentar
con los conocimientos adquiridos y penetrar en la naturaleza de los fenómenos
que acontecían a su alrededor, todo lo cual les proporcionaba la posibilidad de
poder descubrir los secretos de la naturaleza a fin de descubrir la verdad y
entonces poseer los aspectos necesarios para crear nuevos elementos que lo
condujeran al perfeccionamiento total.
Por último, las
dramatizaciones tenían un gran poder entre los Aztecas, como medio de
enseñanza. Utilizaban los simulacros de guerra como medio de aprendizaje y
diversas presentaciones teatrales tenían la función de dar a conocer la
historia.
Por otro lado, en todo el proceso educativo utilizando actos y penitencias disciplinadas, se forjaba el aspecto dinámico de la personalidad el "corazón" y el "querer humano" capaz de conocerse y controlarse a sí mismo. Los padres y maestros trabajando en conjunto castigaban cualquier transgresión a la norma, así como premiaban los aciertos. Producto del gran amor profesado por padres y maestros, podían manejar como una de las fuentes más importantes de premio-castigo la aceptación o rechazo.
Sobre todo los alumnos
dedicados a las ciencias en el Calmecac pasaban por severas disciplinas para
domar su orgullo y tener la grandeza de los humildes. Mediante penitencia se
modelaba el propio corazón. En el Calmecac se hacían suaves y fuertes como el
viento; impenetrables como la noche y transparentes como el día; sabios y
sencillos.
Recuperar el papel del ser
humano como actor principal del proceso educativo. Rescatar los valores para
darle un significado más trascendental al aprendizaje. Utilizar metodologías
didácticas congruentes con los contenidos de aprendizaje. Llamar al hombre al
verdadero puesto que le corresponde en la naturaleza y el papel que cumple
dentro de la creación. Contar con verdaderos maestros que entiendan su papel
dentro del proceso de formación del individuo integral, son algunas de las
cosas que podríamos aprender del sistema de educación de los Aztecas.
La cultura Azteca o Mexica:
Esta cultura, como ha de
esperarse, perteneció a una de las siete tribus nahuatlacas. Llegan al valle de
México entre los siglos XII y XIII d.C., procedentes de un lugar llamado Aztlán,
en donde se hallaban siete cuevas, hoy ubicadas en la zona arqueológica que se
conoce como “La quemada” al norte del estado de Zacatecas.
El pueblo Azteca empezó con
su crecimiento de una manera sorprendente y llegó a constituir un vasto imperio
desde Zacatecas y la Huasteca, hasta Centroamérica, desde el Océano Pacifico,
hasta el golfo de México, los pueblos sometidos pagaban tributo a los aztecas.
La ciudad estaba dividida en
cuatro barrios, que tenían como centro el templo mayor de Huitzilopochtli; tres
amplias calzadas que permitían el transito: hacia el norte la del Tepeyac,
hacia el sur la de Coyohuacan (hoy conocida como Coyoacán) y hacia el poniente
la de Tlacopan.
La tradición religiosa y los dioses:
La religión, y no la
Filosofía, era la base de su cosmovisión, la explicación natural y la expresión
moral se asociaba a las deidades, los dioses principales eran Tláloc divinidad
de la lluvia, Chalchiuhtlicue diosa de la fecundidad y Huitzilopochtli, dios de
la guerra y de los sacrificios humanos.
Teocalli:
Era el templo alrededor del
cual giraba la vida nacional, era la morada de dios, la fortaleza que defiende
la ciudad, el santuario de la educación, de la inteligencia, el observatorio
astronómico y el repositorio de la ciencia.
Los sacrificios humanos:
Los sacrificios a los dioses
cumplían una misión religiosa, ya que ofrecían la sangre de los sacrificados
para la conservación del mundo. Los sacrificados pertenecían a dos grupos, en
primer lugar, los guerreros capturados en batalla, llamados xochimique, eran
ofrecidos a Huitzilopochtli; en segundo lugar, las personas que tenían alguna
deformidad se ofrecían en sacrificio de manera voluntaria. Como se puede
observar, para la cultura Azteca era un gran honor morir como ofrenda a los
dioses del mundo Prehispánico.
Mictlan:
La primera de las moradas de
los muertos, era el Mictlan (lugar de los muertos), donde iban todos los que
morían de muerte natural, sin distinción de personas. Como debían superar una
larga serie de pruebas, se les hacía acompañar de un perro, que era incinerado
junto con el cadáver.
Agricultura:
Los aztecas, auxiliados con
ciertos procedimientos de riego, desarrollaron un sistema de agricultura
admirable, donde se beneficiaban con cereales, frutos, raíces, tubérculos y la
útil semilla de cacao, que cumplía una doble función, pues además de alimentar,
era un instrumento importante para el trueque, ya que se usaba como moneda de cambio.
Las clases sociales:
Como en toda organización,
existían las clases sociales, ubicándose la sacerdotal y la nobleza (pipiltin),
en la cumbre, seguida de los comerciantes (pochteca) y guerreros; en la base se
ubicaba el pueblo o clase media (macehualtin) que comprendía desde el
agricultor hasta maestros canteros y finalmente las clases bajas, los esclavos.
Escritura, literatura y arte
La escritura de los aztecas
era muy primitiva, poseían dos tipos de símbolos: ideogramas (representación
pictórica de los objetos manifestados) y fonogramas (expresión gráfica de
sonidos articulados).
La literatura era también
limitada, ya que estaba constituida por la tradición oral, de lo cual se
conocen algunos cantares, oraciones y discursos.
También se trabajaba con
cerámica en la escultura y la arquitectura.
La danza y el canto
significaban una forma de comunicación, así como un regalo para los dioses.
El ideal educativo azteca:
Al nacer un nuevo integrante
de la comunidad, la tícitl (comadrona) invocaba el tonali o destino del nuevo
ser, si el recién nacido era varón recitaba las siguientes palabras: “tu oficio
y facultad es la guerra, tu obligación es dar de beber al soldado sangre de los
enemigos”, el tonali para el varón era luchar y morir en el campo de batalla.
Si el recién nacido era
niña, su destino era el hogar y la comadrona repetía lo siguiente: “habéis de
estar dentro de la casa, como el corazón dentro del cuerpo, debes de sudar
junto a la ceniza”.
Hasta los catorce años de
edad el niño era educado en el seno de la familia, después se iniciaba la
educación pública en planteles oficiales.
El códice Mendocino:
Este código nos da pistas de
que el padre influía en la formación del niño y la madre en la de la hija; era
una educación dura, pues se les bañaba con agua fría, usaban ropa ligera y
dormían en el suelo; por otra parte, los castigos eran dolorosos, ya que si
mentían se les punzaba la lengua con espinas de maguey o eran expuestos al humo
de chile seco, esto era con el objetivo de fortalecer el cuerpo y ahuyentar las
pasiones.
La educación pública
Después de la educación en
la familia, empezaba la educación pública, que eran impartidas por dos
instituciones.
La dignidad del guerrero:
Dentro del campo de batalla,
sólo se conquistaba mediante hazañas heroicas, por ejemplo, quien lograba
aprehender a un jefe de la tribu enemiga adquiría la dignidad de Guerrero
Tigre, el que hacía prisionero a tres jefes ascendía a Guerrero Águila.
Es claro que la educación
azteca adquirió el rango de civilización, debido a la majestuosidad del imperio
que logró construir. Nuestra cultura es rica en simbologías, códices,
arquitectura, bellezas naturales, por mencionar unas cuantas.
Es menester de los mexicanos
conocer y rescatar la riqueza de nuestro México, y como dijo Octavio Paz, “nos
convertimos en nosotros mismos cuando conocemos nuestra identidad”; así que
conoce, vive, honra a tu México y tus raíces.
Autores: José Cruz y Karla Rangel.
Autores: José Cruz y Karla Rangel.
Referencias
biográficas:
- L.
López Luján (1983), "Los Mexica, últimos señores de Mesoamérica", (Escuela
Nacional de Antropología e Historia, México) en Gran Enciclopedia de España y
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- M.
Lucena (1987)"Los aztecas", en Historia de Iberoamérica, vol. 1,
Cátedra, Madrid, México.
- J.
L. Rojas (1988) “Los aztecas”, entre el dios de la lluvia y el de la Guerra,
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- J.
L. Rojas (1985) “Los aztecas”, Biblioteca iberoamericana, Anaya, Madrid,
1988.M. Ballesteros et. al., Los aztecas, Cuadernos de Historia 16, núm. 27,
Madrid, España.
- V.J (2014) Historia de la educación en
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- V.J (2002) Historia de la Filosofía en
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- L.F (1952) Historia comparada de la
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México.
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- D. E (2011) El pensamiento Filosófico
latinoamericano, del Caribe y latino 1300-2000, Siglo Veintiuno, México.
- G.A (2000) Historia de la Literatura
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- V.J (1986) Breve Historia de México,
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- Coordinación de humanidades (1963)
Estudios de Historia de la Filosofía en México, UNAM, México.
- V.L (1996) Homenaje a Fernando Salmerón,
Filosofía Moral, educación e Historia, UNAM, México.
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